En la NBA siempre ha existido la tradición de las grandes duplas en el backcourt o en la pintura, esas combinaciones de dos estrellas que cambian el rumbo de una franquicia. Desde los tiempos de Magic y Kareem, pasando por Shaq y Kobe, hasta llegar a LeBron y Wade, el baloncesto estadounidense ha demostrado que cuando dos talentos se juntan, pueden hacer historia.
En esta ocasión, el que levantó la voz fue Shaquille O’Neal, una de las leyendas más dominantes de todos los tiempos, quien recientemente dio su opinión sobre lo que espera de la temporada y sobre dos equipos en particular: Los Angeles Lakers y los Houston Rockets.
Shaq y su exigencia con los Lakers
Durante una entrevista, O’Neal no dudó en recalcar lo que significa jugar en Los Ángeles. Según él, en la ciudad angelina no basta con competir ni con clasificar a playoffs:
“A lo largo de la liga, siempre ha habido una dupla en el backcourt. Pero aquí en L.A. esperamos campeonatos, así que espero que puedan lograrlo este año”, comentó el ex pívot.
Estas palabras reflejan la mentalidad de Shaq durante toda su carrera. Él mismo lo vivió junto a Kobe Bryant, cuando conquistaron tres títulos consecutivos a principios de los 2000. En los Lakers, el listón siempre está alto, y cualquier combinación de estrellas que llegue a vestir el oro y púrpura sabe que la meta es clara: levantar el trofeo Larry O’Brien.
El giro hacia Houston: Durant y Sengun
Lo que sorprendió fue que, tras hablar de los Lakers, O’Neal cambió de tema y puso sus ojos en un destino inesperado: Houston. Ahí mencionó el reciente movimiento que sacudió al mercado: la llegada de Kevin Durant a los Rockets, donde compartirá vestuario con el joven pívot turco Alperen Sengun.
Shaq, quien confesó no prestar mucha atención al verano de traspasos, no pudo ocultar su entusiasmo por esta nueva sociedad:
“Probablemente diría que Kevin Durant yendo a Houston puede convertirse en algo muy especial. Alperen es el ‘Terminator Turco’, así lo llamamos. Me encanta ese apodo, y espero que puedan armar algo especial juntos.”
El “Terminator Turco”: la joya de Houston
Las palabras de O’Neal sobre Sengun no son casualidad. El pívot turco ha llamado la atención de toda la liga por su inteligencia en la cancha, su habilidad para pasar el balón y su estilo de juego que recuerda a un Nikola Jokić joven. A pesar de su corta edad, se ha consolidado como una de las piezas más prometedoras de los Rockets.
Con Durant ahora a su lado, Sengun no solo contará con un veterano que sabe lo que es ganar, sino también con un anotador histórico que puede abrirle la cancha y potenciar aún más sus virtudes. Para Shaq, esa combinación puede ser explosiva y hasta inesperada: un veterano con hambre de volver a ganar y un joven que busca consolidarse como estrella.
¿Qué significa esta dupla para la NBA?
La llegada de Durant a Houston cambia por completo el panorama del Oeste. En una conferencia donde ya compiten equipos como Denver, Minnesota, Golden State y los propios Lakers, los Rockets ahora aparecen en el mapa como un rival peligroso.
El estilo de Durant, basado en su versatilidad ofensiva y su capacidad para anotar desde cualquier parte de la cancha, encaja perfectamente con un jugador como Sengun, que destaca en el poste alto y bajo, y que sabe repartir asistencias a los tiradores.
Shaq lo resumió de manera clara: “pueden armar algo especial”. Y en una liga donde las grandes duplas han marcado eras, no sería extraño que dentro de unos años hablemos de Durant y Sengun como el inicio de una nueva etapa en Houston.
Conclusión: el ojo de Shaq nunca falla
Shaquille O’Neal siempre ha tenido un instinto especial para detectar talento y entender lo que significa ser dominante en la NBA. Si él le pone atención a los Rockets, es porque realmente ve potencial.
Los Lakers cargan con la obligación histórica de buscar un nuevo campeonato, mientras que Houston aparece como la gran incógnita que puede sorprender a todos. Si Durant logra mantenerse sano y Sengun sigue creciendo como estrella, tal vez estemos ante el nacimiento de una dupla que puede marcar el futuro inmediato de la liga.
En definitiva, Shaq nos recuerda que en la NBA las duplas siempre han sido el motor de los campeonatos. Y este año, entre la presión angelina y la ilusión texana, tendremos mucho de qué hablar.