Cuando hablamos de la NBA, uno de los debates más intensos que nunca pierde vigencia es la eterna pregunta: ¿quién es el mejor jugador de la historia? Entre los fanáticos, periodistas e incluso entre las propias leyendas del baloncesto, las respuestas son variadas, apasionadas y, muchas veces, polémicas. En esta ocasión, quien reavivó la llama del debate fue nada más y nada menos que Scottie Pippen, el histórico alero de los Chicago Bulls y mano derecha de Michael Jordan durante la dinastía de los años 90.
Lo curioso es que, a diferencia de lo que muchos podrían esperar, Pippen no colocó a Michael Jordan como el mejor de todos los tiempos, lo que de inmediato generó sorpresa en el mundo del baloncesto y abrió un nuevo capítulo en la relación siempre mediática entre ambas figuras.
La opinión de Scottie Pippen
En una entrevista con el programa El Larguero, Scottie Pippen fue cuestionado directamente sobre quién considera que es el mejor jugador de la historia de la NBA. Y su respuesta, lejos de ser concreta, fue más reflexiva y hasta filosófica.
Pippen afirmó que el baloncesto es un deporte de equipo y que no se puede definir la grandeza únicamente por lo que logre un individuo. Según él, la verdadera medida del éxito está en lo colectivo, en lo que un jugador es capaz de conseguir junto a sus compañeros.
El exalero mencionó nombres históricos que para él tienen méritos suficientes para entrar en la conversación: Bill Russell, con sus 11 anillos de campeón; Kareem Abdul-Jabbar, máximo anotador histórico durante décadas y dueño de seis títulos; o Magic Johnson, el base que revolucionó el juego con su estilo único en los Lakers de los 80.
Para Pippen, la grandeza no se reduce a los anillos o a los récords individuales. Lo importante, según sus palabras, es el impacto colectivo que un jugador genera. Por eso, dijo frases como: “No creo que los anillos describan la grandeza y no se trata de ganarlos, sino de qué objetivos puedes conseguir”.
LeBron, Kobe y la era moderna
Pippen también habló sobre los jugadores de la era más reciente, como LeBron James y Kobe Bryant. Reconoció que ambos han tenido carreras extraordinarias y que, si bien cada uno tiene argumentos para ser considerado el mejor, en su opinión no existe un “mejor absoluto”.
De LeBron destacó su longevidad, su consistencia y la capacidad de mantenerse en la élite durante más de dos décadas. Mientras que de Kobe Bryant resaltó su mentalidad competitiva y la forma en que marcó una generación con su estilo de juego y su ética de trabajo.
Aun así, dejó claro que, al igual que sucede en otros deportes como la NFL con Tom Brady, ningún jugador logra nada sin un equipo detrás. Para Pippen, esa es la clave del debate: el baloncesto no es un deporte individual.
La relación con Michael Jordan
Si bien muchos interpretaron sus palabras como un nuevo golpe a Michael Jordan, lo cierto es que Pippen también aprovechó la entrevista para aclarar su respeto por su excompañero.
Dijo que Jordan era un gran compañero de equipo y que su talento estaba claramente por encima del resto. Lo describió como un competidor nato, obsesionado con ganar, y aseguró que la relación entre ambos, al menos dentro de la cancha, fue muy buena: “Pasamos muchos años juntos, con lo cual nos motivaba ser mejores y superarnos a nosotros mismos”.
De esta forma, aunque no lo señaló como el mejor de todos los tiempos, sí reconoció que sin Jordan jamás hubieran alcanzado la grandeza que consiguieron juntos en los Chicago Bulls.
Un debate sin fin
Las palabras de Pippen reabren una discusión que parece no tener final. Para algunos, Michael Jordan es incuestionablemente el mejor de la historia, no solo por sus seis títulos y cinco premios MVP, sino por la manera en que dominó la NBA y se convirtió en un ícono cultural a nivel mundial.
Para otros, LeBron James merece ese lugar por su longevidad, su versatilidad y por la manera en que ha llevado a equipos distintos a competir por campeonatos durante más de 20 años. Y tampoco faltan los que defienden la grandeza de Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson, Bill Russell o incluso Kobe Bryant.
Lo cierto es que, al final del día, la respuesta depende de la perspectiva desde la cual se mire. Y lo que Scottie Pippen quiso transmitir es que la grandeza no se mide únicamente en títulos o estadísticas, sino en el impacto colectivo y en la capacidad de un jugador para hacer mejores a sus compañeros.
Conclusión
Las declaraciones de Scottie Pippen no solo sorprendieron por dejar fuera a Michael Jordan de la etiqueta de “mejor de la historia”, sino también porque invitan a reflexionar sobre cómo evaluamos la grandeza en el deporte.
Más allá de las polémicas o de las tensiones entre dos leyendas, lo que queda claro es que el debate seguirá vivo por siempre. Y tal vez esa sea la verdadera magia de la NBA: la posibilidad de discutir, comparar y celebrar a las distintas generaciones que han marcado este deporte.
