La leyenda de la NBA Carmelo Anthony opina sobre la atención mediática negativa a su hijo Kiyan

Carmelo Anthony, recientemente exaltado al Salón de la Fama, habló con franqueza sobre un tema que lo preocupa: la exposición mediática que vive su hijo Kiyan Anthony. El exjugador aseguró que las nuevas generaciones de atletas lidian con una presión mucho mayor a la que él conoció en sus días como estrella de la NBA.

“Yo no tuve que lidiar con eso”, afirmó Melo al referirse al nivel de escrutinio que hoy afecta a su hijo de 18 años.


Una época distinta para Melo

Durante su carrera, Carmelo Anthony enfrentó la crítica de periodistas y analistas reconocidos, con nombres y firmas que daban la cara por sus opiniones. El sistema era más rígido y profesional, donde el debate se enfocaba en el juego y no en la vida personal.

Hoy el escenario es muy distinto. En la era de las redes sociales, cualquier persona puede convertirse en “analista” o “columnista”, sin necesidad de experiencia ni responsabilidad. Para Melo, esto genera un ruido constante que hace más difícil para los jóvenes concentrarse en lo realmente importante: el baloncesto.


“Todos son reporteros”

Anthony lamentó la transformación del periodismo deportivo. Según él, gran parte de los comentarios actuales no buscan analizar la estrategia o el rendimiento, sino provocar reacciones y generar controversia.

“Todos en el mundo son columnistas, reporteros, periodistas… No puedes identificarlos”, expresó.

La crítica anónima y viral puede volverse destructiva rápidamente, dañando la confianza de los jugadores más jóvenes y desviando la atención de su desarrollo deportivo.


La presión del legado

El caso de Kiyan es especial. Ser hijo de una leyenda de la NBA le otorga visibilidad y oportunidades, pero también lo coloca bajo una lupa mucho más exigente. Aún sin debutar en el baloncesto universitario, ya recibe la atención de aficionados y medios que esperan de él un nivel acorde con el apellido Anthony.

El joven escolta ha mostrado talento y recientemente confirmó su decisión de unirse a la Universidad de Syracuse, la misma donde brilló su padre antes de dar el salto a la NBA. Sin embargo, esta elección viene acompañada de enormes expectativas y una presión mediática que Carmelo nunca tuvo que enfrentar a su edad.


Un momento familiar especial

El orgullo familiar se hizo evidente durante la ceremonia del Salón de la Fama. Kiyan fue el encargado de entregarle a Carmelo el anillo y la chaqueta que lo acreditan como miembro de este selecto grupo, un gesto que emocionó al exjugador y que simboliza el legado deportivo entre padre e hijo.

No obstante, más allá de los logros, la familia Anthony también vive con la exposición pública de su vida privada. Kiyan admitió que a veces se siente avergonzado por los videos que publican sus padres en redes sociales, mientras su madre, La La Anthony, confesó entre lágrimas que le cuesta aceptar que pronto se irá a la universidad.


Reflexión final

El contraste entre las épocas de Carmelo y Kiyan es un reflejo de cómo han cambiado los tiempos en la NBA y en el deporte en general. Lo que antes era un escrutinio controlado por medios tradicionales, hoy es un bombardeo constante de opiniones anónimas en plataformas digitales.

La pregunta que surge es clara: ¿cómo proteger a los jóvenes talentos de un ambiente tan hostil? Para Carmelo Anthony, la clave está en recordar que el baloncesto sigue siendo lo esencial, más allá de la ola de críticas o elogios pasajeros que circulan en las redes.