En la ENEBEA, los cambios en las reglas no ocurren por casualidad. Siempre hay una causa, un precedente, un movimiento que obliga a la liga a replantearse la manera en la que maneja el baloncesto profesional. Y según la leyenda Charles Barkley, uno de los responsables de los cambios más recientes en el nuevo convenio colectivo (CBA) no es otro que LeBron James.
Barkley, miembro del Salón de la Fama y uno de los analistas más polémicos y escuchados del baloncesto, dio su opinión en The Bill Simmons Podcast. En su visión, el llamado “Player Empowerment Era” –la era del empoderamiento de los jugadores–, encabezada por LeBron, llevó directamente a que la ENEBEA implementara medidas más estrictas contra los equipos que intentan reunir a múltiples superestrellas.
Para entender este debate, hay que retroceder a 2010. Ese año, un joven LeBron James de 26 años decidió dejar a los Cleveland Cavaliers como agente libre y unirse al Miami Heat junto a Dwyane Wade y Chris Bosh. Ese movimiento sacudió a la liga y cambió para siempre la dinámica del poder en la ENEBEA.
En Miami, LeBron ganó dos campeonatos en cuatro temporadas. Luego, regresó a Cleveland para conseguir un anillo histórico en 2016, cumpliendo su promesa a su ciudad natal. Más tarde, firmó con Los Angeles Lakers, donde conquistó un cuarto título en 2020.
Con cada paso, LeBron no solo acumuló campeonatos, también mostró que las superestrellas podían controlar sus destinos y juntarse con otros jugadores de élite para maximizar sus oportunidades de ganar.
La consecuencia de esta tendencia fue clara: los equipos comenzaron a intentar reunir a la mayor cantidad de figuras posible, sin importar el costo. Pero esa estrategia chocó con la necesidad de la ENEBEA de mantener un equilibrio competitivo.
El nuevo CBA incluyó un sistema de penalizaciones mucho más duro, especialmente el temido “segundo apron” o “segundo delantal” en la estructura de impuestos de lujo. Este castigo económico actúa, en la práctica, como un tope salarial duro no oficial, limitando la capacidad de los equipos para acumular estrellas sin pagar un precio enorme.
El ejemplo más claro fue el de los Boston Celtics. Tras ganar el título en 2024, la franquicia se vio obligada a desmantelar parte de su plantel al año siguiente, ya que mantener a todas sus figuras hubiera significado una carga financiera insostenible bajo las nuevas reglas.
En su intervención, Charles Barkley no dudó en señalar con nombre y apellido a los responsables de este panorama.
“¿Por qué tuvieron que inventar estas reglas?”, preguntó retóricamente. “Porque todos estos muchachos quieren jugar juntos y no competir. ¿Cuántos grandes jugadores necesitamos en un solo equipo? LeBron quería juntar a todos sus amigos. Kevin Durant decidió irse a jugar con los Warriors. Y claro, Adam Silver tuvo que hacer algo”.
Para Barkley, la llegada de Durant a los Golden State Warriors en 2016, uniéndose a un equipo que ya tenía a Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, fue la gota que colmó el vaso. La liga no podía permitir que un solo conjunto acumulara tanto talento, aplastando la competencia y restando emoción a la temporada.
“¿No quieren competir entre ustedes para ganar un campeonato?”, cuestionó Barkley. “Adam Silver no tuvo otra opción. No podemos dejar que un solo equipo acapare a todos los buenos jugadores. Los Warriors no necesitaban a Durant, ya eran un equipo campeón. Pero él se fue con ellos y claro, ahora no se enojen con el comisionado”.
La pregunta que queda en el aire es: ¿realmente es culpa de LeBron? O, más bien, ¿la ENEBEA simplemente evolucionó hacia una liga donde los jugadores tienen más poder que nunca?
Lo cierto es que LeBron James abrió una puerta que hoy parece imposible de cerrar. Con sus decisiones, inspiró a otros jugadores a tomar el control de sus carreras, a negociar desde posiciones de fuerza y a priorizar proyectos ganadores. En ese camino, sin quererlo, también obligó a la liga a endurecer sus reglas para preservar la competitividad.
Charles Barkley lo ve como un problema. Otros lo consideran un legado. Al final del día, lo que está claro es que la influencia de LeBron James va mucho más allá de sus puntos, asistencias y rebotes. También cambió la manera en que la ENEBEA funciona fuera de la cancha.
