En la NBA, pocas veces un dueño de equipo pide abiertamente ser investigado por la liga. Pero eso es justamente lo que ha hecho Steve Ballmer, propietario de los Los Angeles Clippers, después de que estallara un escándalo que involucra a su estrella, Kawhi Leonard, y un contrato de patrocinio de 28 millones de dólares que podría haber violado las reglas del tope salarial.
La historia salió a la luz gracias a un reporte del periodista Pablo Torre, y rápidamente obligó a la NBA a actuar. Según el informe, Leonard recibió un acuerdo millonario con Aspiration, una empresa de banca ecológica ahora en quiebra, en la que Ballmer había invertido. El problema es que el acuerdo parece haber sido un “trabajo fantasma”: Kawhi habría cobrado prácticamente sin prestar servicios.
Ante la gravedad de las acusaciones, la liga anunció una investigación oficial para determinar si los Clippers y su dueño eludieron las normas del tope salarial.
Ballmer rompe el silencio
En declaraciones a ESPN, Ballmer no se escondió y fue contundente:
“Quisiera que la liga investigara, que se lo tomara en serio. Si otro dueño estuviera en mi lugar, también querría que lo investigaran.”
Con esto, Ballmer deja claro que no teme a la indagación, aunque niega haber tenido un rol directo en el contrato de Leonard con Aspiration. Según explicó, él mismo presentó a la empresa con Kawhi en noviembre de 2021, pero aseguró que no sabía nada de los términos del acuerdo.
El contexto del contrato
Para entender la situación hay que retroceder a 2021. Ese verano, Kawhi Leonard había renovado con los Clippers por cuatro años y 173 millones de dólares, a pesar de estar lesionado de la rodilla tras las Finales de Conferencia del Oeste.
Unos meses después, los Clippers anunciaron una alianza de 300 millones de dólares con Aspiration, que incluía el patrocinio del nuevo estadio del equipo y el parche de la camiseta. Incluso, Aspiration quiso quedarse con los derechos de nombre del estadio, pero al final fue Intuit quien ganó la puja.
En paralelo, la empresa quería vincularse directamente con Leonard, y ahí apareció la conexión. Ballmer reconoce que facilitó la presentación, pero insiste en que no tuvo injerencia en lo que pasó después:
“Simplemente los presenté. Según las reglas, se permite que presentemos a nuestros patrocinadores a nuestros atletas. Lo que no podemos hacer es involucrarnos en las negociaciones. Hicimos la presentación y ellos siguieron por su cuenta.”
Aspiration, un fraude en toda regla
El escándalo no termina ahí. Resulta que Aspiration estaba involucrada en un enorme fraude financiero. Su cofundador, Joe Sanberg, se declaró culpable de dos cargos de fraude electrónico tras estafar a inversores y prestamistas por más de 248 millones de dólares.
Ballmer asegura que él mismo fue víctima: invirtió 50 millones de dólares, que representaban menos del 3% de la empresa, y afirma que nunca tuvo control ni participación en el consejo directivo.
“Mire, me estafaron. Invertí en ellos pensando que era legítimo, y me estafaron. No tenía control sobre la empresa, era apenas un accionista minoritario. Era una compañía fraudulenta, tal vez nadie tenía el control real.”
Ballmer admite sentirse avergonzado por no haber detectado señales de alarma en los estados financieros, pero insiste en que no tuvo nada que ver con el contrato de Leonard.
¿Qué investigará la NBA?
La liga ahora debe determinar si ese acuerdo de patrocinio violó las reglas del tope salarial. Si se comprueba que Ballmer o los Clippers usaron Aspiration como intermediario para pagarle más dinero a Kawhi de forma encubierta, el castigo podría ser severo: multas millonarias, pérdida de elecciones de draft e incluso la anulación de contratos.
Ballmer, por su parte, insiste en su inocencia y asegura estar cooperando con la investigación. Incluso mencionó que ha revisado todos los correos y documentos para aclarar su rol en la presentación entre Leonard y Aspiration.
Lo que esto significa para Kawhi y los Clippers
Este caso pone de nuevo a Leonard en el ojo del huracán. Aunque Ballmer quiera asumir responsabilidad y aclarar su papel, la narrativa de que Kawhi habría cobrado millones sin apenas trabajar ya se instaló en el debate.
El impacto puede ser enorme: afecta la credibilidad de los Clippers, la reputación de Kawhi y el futuro de la franquicia, que está a punto de estrenar su nuevo estadio y busca consolidarse como contendiente.
La situación de los Clippers y Kawhi Leonard es explosiva. Lo que parecía un simple contrato de patrocinio ahora es parte de un caso federal de fraude y de una investigación oficial de la NBA. Steve Ballmer, uno de los dueños más poderosos y ricos de la liga, ha decidido enfrentar las acusaciones de frente, pero la gran pregunta es si la liga creerá en su versión o si terminará castigando a la organización.